Llega un momento en el que has tocado delante de 400 personas y delante de 12, a capella y con banda, en un local de jazz, en el templo del cantautor y una cárcel. Al final no tienes muy claro en que posición estás, ni si sirve de algo el blog, el Twitter, el Fotolog, el Myspace, el Facebook, el Tuenti, la Web, las grabaciones, los mails, las llamadas, ser amable con gente que te cae mal, pedir, insistir… o si todo es casualidad… o si simplemente el público es para dos personas y no hay más que hablar.
Hoy alguien me pregunta… ¿pero son más felices los que tienen 300 personas de público o tú con 30?
:)
De momento, Libertad 8.
Después... vacaciones de (casi) todo.
5 comentarios:
y en un ataque de narcisismo bestial, leo este post y me pregunto ¿hablaras conmigo por ser amable, aunque te caiga fatal? En fin, espero que no :S
La cosa es estar feliz con lo que se tiene y más aún, ser feliz luchando por conseguir lo que se quiere.
De momento, Libertad 8 y luego... luego ya veremos :)
Tu vas a molar siempre...y mucho más de lo que piensas
Silvia, he dicho hablar, no invitar a cenar (saca conclusiones) ;) y no, claramente no me refiero ni a los (20) incondicionales, ni a mis amigos músicos, ni a algunos dueños de salas extremadamente agradables. Simplemente, hay casos (pocos, pero los hay) de gente por la que ya no me apetece esforzarme para solo conseguir ser menospreciado.
Es una pataleta, se me pasará (espero)
Siempre Sur… Molas!
No se si tienes razón en alguna de las cuestiones que planteas, lo que si se es que me encanta como cantas, ver a un grupo de gente entusiasmada con lo que tu acabas de hacer y sobre todo que cuando yo era pequeño soñaba con tener un hijo y resulta que mi ideal es que fuese como tu.
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